Un incendio de grandes proporciones se desató la noche del jueves en el emblemático estadio del Deportivo de La Coruña, dejando la estructura gravemente dañada y causando conmoción en toda la comunidad futbolística española. Testigos presenciales informaron haber visto densas columnas de humo negro elevándose sobre el Estadio de Riazor mientras las llamas se propagaban rápidamente por las gradas y zonas circundantes.
Los servicios de emergencia fueron enviados de inmediato, y decenas de bomberos combatieron el fuego durante toda la noche. A pesar de sus esfuerzos, grandes secciones del estadio quedaron reducidas a cenizas antes de que el incendio pudiera ser controlado. En la madrugada del viernes, las autoridades confirmaron que la grada principal y el área de prensa quedaron completamente destruidas, con serias preocupaciones estructurales sobre las zonas restantes.
La causa del incendio aún está bajo investigación, pero las autoridades no descartan ni un fallo eléctrico ni un posible acto de sabotaje. Las cámaras de seguridad del estadio están siendo revisadas por la policía, y expertos del cuerpo de bomberos se encuentran en el lugar para evaluar el punto de origen de las llamas. Los primeros informes indican que el fuego pudo haberse iniciado en la zona de palcos VIP.
Afortunadamente, no se han reportado heridos ni víctimas mortales hasta el momento, ya que el estadio se encontraba vacío al producirse el incendio. Sin embargo, los directivos del club han manifestado su profunda preocupación por la pérdida de recuerdos invaluables, archivos históricos e infraestructuras que databan de mediados del siglo XX. “Este es un día devastador para el Deportivo y su afición”, expresó con tristeza el presidente del club, Jorge Borregón. “El corazón de nuestro equipo ha sufrido una herida terrible.”
El incendio llega en el peor momento posible para el Deportivo, que se preparaba para un partido clave de los playoffs la próxima semana. Las autoridades de la liga han convocado una reunión de emergencia para discutir la reubicación del encuentro y evaluar el futuro del estadio. Aficionados de toda España y del extranjero han acudido a las redes sociales para expresar su tristeza y apoyo bajo el hashtag #FuerzaDeportivo.
Mientras continúan las investigaciones, comienzan a surgir preguntas sobre las medidas de seguridad del estadio y el mantenimiento reciente. Algunos informes señalan que los recortes presupuestarios podrían haber retrasado mejoras críticas en la envejecida infraestructura. Por ahora, las ruinas del Estadio de Riazor permanecen como un recuerdo desgarrador de lo que se ha perdido — no solo un edificio, sino un símbolo de orgullo, comunidad e historia futbolística.